domingo, 22 de noviembre de 2015

El vaso de agua

!Hola chic@s! ¿Qué tal todo? Hacía mucho tiempo que no escribía, y es por culpa de los exámenes y de los libros que me mandan en el instituto. Hace un mes me mandaron leer tres libros de Cervantes, a finales de Octubre uno de filosofía, y también uno para economía. De esos libros solo me falta leer el de economía, que es para el próximo jueves, y al fin seré libre (bueno, en realidad no, ya que la semana siguiente tengo un examen de cuatro temas de filosofía y otro de dos temas de historia jjjj). Con todo esto, muchas veces nos estresamos, y hace que tengamos preocupaciones, como por ejemplo, el poco tiempo que tenemos para hacer todo lo que tenemos que hacer. Y sumado a otros problemas, acabamos estresándonos más, y explotando como una bomba. Debido a esto, he decidido subir una reflexión que he visto en una revista, y que espero que a algunos os guste y os ayude :)

El vaso de agua

Durante una de sus sesiones, una psicóloga cogió un vaso de agua, lo levantó y preguntó: "¿Cuánto pesa este vaso?". Las respuestas de sus pacientes variaron y unos dijeron 100 gramos y otros, 250, pero ella respondió: "El peso absoluto no es importante. El que realmente importa es el percibido, que depende de cuánto tiempo cojamos el vaso. Si lo sostengo un minuto, no será un problema y pesará poco. En cambio, si lo aguanto más de una hora, el brazo me dolerá, y si lo hago durante todo un día, el peso será insoportable". Y añadió: "El vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, se vuelve más pesado y difícil de aguantar".
A continuación, les explicó que nuestras preocupaciones son como el vaso de agua: "Si piensas en ellas un rato, no pasa nada, pero si las recuerdas constantemente, durante todo el día, acabarás paralizándote y te sentirás incapaz de hacer nada al respecto. ¡Acordaos de soltar el vaso!", concluyó.
Aunque es importante ser conscientes de las dificultades, hay que tener en cuenta que preocuparnos en exceso y pensar sólo en los problemas agota emocionalmente, absorbe toda nuestra energía y nos deja sin fuerzas para actuar. Así que hay que aprender a dejar el vaso a tiempo. 


Arturo

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